Florerías DF
Cuando viene a mi memoria el día en que empecé a trabajar en la compañía de Mi Padre, “Viveros Mexicanos S.A.”, en el maravilloso mundo de las flores y plantas, mi responsabilidad era la venta al mayoreo de la producción de Orquídeas, principalmente de la Orquídea Cattleya. En ese entonces solo había dos productores de esta flor de aroma tan exquisito, con su extraordinaria forma y color fucsia, rosa, blanco con amarillo, verde, amarillo, rojo, blanco. Era y sigue siendo, la flor más cotizada tanto por los enamorados, como para ocasiones muy especiales, aniversarios, ramos para novia, centros de mesa, etc. La flor más elegante y exquisita, sin duda.
Mi trabajo era vender en las oficinas y entregar los pedidos a las florerías establecidas en el Distrito Federal, hoy la Ciudad de México.
Recuerdo la cantidad de florerías bien diseñadas, decoradas y formalmente establecidas, donde las o los dueños, personas muy educadas y muy bien arregladas, me recibían mis adoradas orquídeas.
Es por eso que conocí en ese entonces, a todos los propietarios de las florerías formalmente establecidas en el Distrito Federal; no recuerdo exactamente, pero eran bastantes, algunas con muchos años y generaciones ya que este negocio es familiar y se va pasando de padres a hijos.
Posteriormente mi padre y yo, decidimos abrir mi primera florería en 1974, ENVIFLORA, (ahora estoy en Carlos Dickens 52, local 2, Polanco. Ciudad de México C.P. 11560), que por cierto me fue copiado mi nombre, el color de mi logotipo y ahora la gente se confunde y cree que soy esa florería de la página web. La gente “lista” es así, se cuelga del prestigio de otro. Pero gracias al excelente servicio, diseño, calidad, creatividad y a que siempre tenemos diseños diferentes, novedosos y estamos actualizados en las últimas tendencias en el diseño, con dos maestrías en Diseño Floral, una en Holanda y otra en Bélgica por el EMC (European Master Certification) siendo la primera latinoamericana en obtenerlo; además de ser la primera mexicana certificada en la AIFD (American Institute of Floral Designers) y un sin fín de estudios con los más prestigiados diseñadores florales del mundo, nuestros clientes se dan cuenta y regresan.
Para 1990, abrí mi segunda florería con el nombre de Floralia. Bueno, pensarán que soy una presumida, pero no, mi Padre siempre me inculcó que, si quería ser florista, fuera de las mejores diseñadoras florales poniendo toda la entrega en lo que hago, por eso soy una apasionada de mi trabajo. Y no se espanten, mis precios son razonables.
Siendo ya dueña de mi florería en ese entonces en la calle de Colima y Córdoba porque ya estoy ahora en Polanco, me afilié a la Asociación de Florerías del Distrito Federal y empecéé a trabajar como miembro activo de la misma.
¡Qué hermosa experiencia! Éramos un grupo de florerías DF muy unido, trabajador, que buscábamos el bien común: ayudarnos y superarnos. Organizábamos congresos donde invitábamos a los Diseñadores Florales más renombrados nacionales e internacionales en ese entonces, para que nos vinieran a dar demostraciones de las últimas tendencias en el diseño floral.
Recuerdo que contábamos con el gran apoyo de la “Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México” (CANACO), nos prestaba sus instalaciones para nuestros talleres de arte floral, nuestras reuniones y asambleas. Éramos el grupo (consentido) de comerciantes establecidos florerías DF y estaban muy orgullosos de nosotros porque trabajábamos muy bien.
Fue así, que, para sorpresa mía, fui elegida por unanimidad Presidenta de esta asociación que ya no solo reunía florerías DF sino de toda la República Mexicana convirtiéndose en la “Asociación Nacional de Florerías de México A.C.”.
Fue una experiencia maravillosa, los congresos que organizábamos los talleres y la labor social que hicimos capacitando jovencitas de las casas hogar del Gobierno del Distrito Federal para darles un oficio cuando dejaran dichas instituciones.
Nuestras compras eran en volumen para bajar costos y poder dar precios más bajos a nuestros clientes. Todos trabajábamos arduamente y muy unidos.
Posteriormente fui convocada para ser Jefe de Grupo de florerías DF y una de las dos primeras mujeres consejeras de la “ Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México” (CANACO)
De todas las florerías formales que había en esa época en el D.F., actualmente solo quedamos aproximadamente 10 establecidas.
Yo pienso que no se pudieron adaptar al cambio de la tecnología, los costos, las ventas por internet, la vida tan acelerada y tan impersonal.
Estamos acostumbradas al contacto con el cliente, que viene a la florería, somos sus consejeros, sus confidentes, les ayudamos a escribir sus mensajes para poder llegarle al corazón a su enamorada o para poder pedir perdón a su amada y a veces hasta sus cómplices, ya que si no quieren que se sepa quién envía las flores no decimos nada, aunque nos llame la persona que las recibe y pregunté el nombre del remitente. Esto demuestra nuestro servicio personalizado que nos permite entablar amistad con nuestros clientes.
El negocio de las flores se ha vuelto un negocio informal donde cualquier persona solo porque le gustan las flores y tiene buenas relaciones, vende flores. Este negocio no es fácil, es muy complejo y necesita como toda profesión, preparación no solo en cómo hacer un arreglo, sino en administración, conocimientos de botánica, biología, mercadotecnia, logística, arte, diseño, fotografía, trabajo artesanal, psicología, talento, creatividad y muchos temas más. Una florería es una microempresa.
En Europa, por ejemplo, en Alemania o en Holanda, la carrera de Diseño Floral es totalmente profesional con duración de 5 años, después de haberla cursado, llevas a cabo tu servicio social por 2 años en una florería establecida y solo así podrás obtener una licencia para abrir tu propia florería.
En el caso de nuestro país, hay escuelas que han detectado la necesidad de los cursos de Diseño Floral sin embargo son institutos con falta de ética, sin preparación, que imparten cursos sin estructura, sin ningún programa serio ni profesional y lo único que tienen correcto es que algunos pagaron su incorporación a la SEP, pero la mayoría no están ni siquiera incorporadas. El Diseño Floral no ha sido aceptado como una carrera profesional.
Este es el Momento que está viviendo el negocio de las florerías establecidas en toda la República Mexicana.
Reiniciemos con seriedad este negocio tan hermoso y apasionante